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Los medios locales anunciaban, el 11 de diciembre de 2016, que el Govern quiere facilitar el aumento de la oferta de pisos con medidas excepcionales recogidas en la ley. Esto permitirá dar salida al uso de plantas bajas que ahora son inservibles porque no tienen salida comercial.

Se trata de una medida controvertida, ya que puede implicar cambios importantes en la fisonomía de los barrios, pero con la que se pretende lanzar al mercado una serie de viviendas que ayuden a descongestionar la demanda y bajar el precio.

Hasta ahora, para poder hacer ese cambio de uso, es decir, de comercial a residencial, era preciso que los Ayuntamientos aprobaran una modificación del Plan General. Con este cambio, bastaría la aprobación de una ordenanza municipal sin que sea necesario solicitar además la autorización de las Comunidades de Propietarios, salvo en casos en los que sea exigible de acuerdo con la Ley de Propiedad Horizontal.

Esta medida está pensada para que tenga efecto en todos los municipios de Baleares, incluida Palma, donde en algunos barrios ya existe la convivencia de locales comerciales y viviendas en plantas bajas, pero el Govern pretende que se extienda a todas las zonas de la ciudad si el Ajuntament lo considera necesario.

Habrá que estar pendiente de si se aprueba o no esta medida, porque la polémica está servida… ¿una vivienda pegada a un taller mecánico? O peor… ¿Junto a la terraza de un bar?